martes, 13 de septiembre de 2016

Relatos Propios 1 / Segunda Guerra



Entre las miles de cosas que podrían pasar por la mente de un ser, nunca pensé que pasaría el hecho de que luego de tanto que el exigia su libertad, poder expresarse como siempre quizó hacerlo, que lo aceptarán tal como era, nunca pensó que al exigir su libertad traería consigo el libertinaje, la deshonra de su cuerpo.







Siempre penso que el deseo carnal no sería un problema para su vida, ya que nunca antes la había sentido con tal magnitud, pero luego de la primera vez de arriesgarse a ser destruida su valentia, su coraje sus deseos más profundos por el siniestro reemplazo del amor o del deseo, captó de la manera más tonta que de aquí en adelante sería una lucha entre la pasión (amor) y el deseo carnal que siempre dijo que no le vencería....




Como decir que era anónimo su deseo de compartir su vida con alguien, pero no sabía que para que los demás fueran felices en su desenfrenó frenetico, tendría que sacrificar no su orgullo, sino su deseo, su satisfacción, sus esperanzas en un ser luminecense con el que soñaba antes de entrar en la parte de la vida en la que el deseo puede tomar control y desatar guerras internas....







Ohhhhhhhhh como hubiese gustado poder seguir la vida solo anhelando tales sucesos y no vivirlos, era más emocionante el simple hecho de 18 años de imaginarse el acto del amor, que ver y sentir tan cruel sentir que era solo sexo, sin más y sin menos, solo sexo crudo como la palabra puede sonar en los oídos inconscientes e ingenuos del niño que todo hombre desea conservar.

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